En el capitalismo contemporáneo, y sus variantes neoliberales, una racionalidad técnica-instrumental ha colonizado los espacios de lo público donde lo ético, lo político y lo educativo se encuentran cada vez más cooptados por las lógicas de la productividad, el rendimiento y la utilidad. Como consecuencias de esto, lo educativo queda reducido a lo evaluativo, lo formativo a lo competitivo y la salud a la erradicación de todo malestar inquietante y desadaptativo. El sujeto resultante, transparente o adaptado a las exigencias y requerimientos, de poca ánima resistente, se gobierna a sí mismo por actualizar sus potencialidades con objetivos de alcanzar el máximo rendimiento y la máxima ganancia ponderables como capital humano o una mercancía pasible de producir réditos (como el “aprendizaje” para el capitalismo cognitivo). En este marco, por un lado, se destaca la necesidad de reflexionar sobre las nuevas (y no tan nuevas) características del sistema capitalista contemporáneo y sus procesos de subjetivación, y, por otro, sobre modos posibles de resistencia y re-existencia a los mismos. Esto será gravitado desde un anudamiento problematizante e indisciplinario, que pueda en sí mismo moverse y plantearse como una resistencia frente al parcelamiento disciplinador que, tal como hemos advertido en algunas de nuestras producciones, reduce la complejidad de los fenómenos estudiados. Buscamos mediante este tipo de movimientos fisurar las antinomias modernas/coloniales que nos atraviesan, de manera tal que la potencia pueda ser pensada más allá de su disciplina o actualización, el medio pueda ser pensado más allá de su finalidad y utilidad circunstancial, y el sujeto pueda ser pensado en aquello que, en tanto nudo y en tanto gesto, no es susceptible de objetivación y reducción al rendimiento.